jueves, 18 de marzo de 2010

Un indocumentado con corbata manda a las palas a embestir contra los vecinos que defienden sus propiedades en el Valle de Las Huertas

Un indocumentado con corbata manda a las palas a embestir contra los vecinos que defienden sus propiedades en el Valle de Las Huertas



17 - 03 - 10 (En construcción)



Los vecinos de Las Huertas vuelven a enfrentarse a las palas





Los propietarios originales de las fincas plantaron cara durante todo el día de ayer a los responsables de la empresa urbanizadora

NOÉ RAMÓN
SANTA CRUZ DE TENERIFE

Los vecinos de Las Huertas han vuelto a enfrentarse a las palas. Ayer se repitió la misma escena que saltó a los informativos nacionales en el verano de 2008, cuando los propietarios originales de estas fincas plantaron cara a los intentos de ´invadir´ sus parcelas. Los residentes de esta zona mantienen que son los dueños legítimos de una treintena de parcelas situadas en la trasera de Las Teresitas que fueron vendidas en 1998 por la Junta de Compensación a Inversiones Las Teresitas (ILT) por 30 millones de euros, junto con el frente de la playa.



Ocho años después, ILT pasó estos terrenos a la filial de Mapfre, Desarrollos Urbanos CIC, (Desurcic) por 95 millones de euros, por lo que un grupo de vecinos de Las Huertas exige una parte de los beneficios de esa operación de compraventa. El 2009 la Gerencia de Urbanismo, después de estudiar la documentación aportada por los residentes, les reconoció la propiedad de la mayor parte de las parcelas. El informe fue aprobado por unanimidad.



La batalla de ayer duró todo el día. A las diez de la mañana, una pala de la empresa Mapfre-Desurcic intentó entrar en la parcela propiedad de la familia González Sanfiel. En ese momento, Goya Hernández, prima de estos propietarios, vio como las máquinas tiraban uno de los muros de la huerta. Entonces todos los vecinos hicieron piña en el lugar. No daban crédito a lo que veían.



Y es que l pasado día 1,el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) determinó que ya no cabe la devolución de las parcelas en litigio a sus propietarios originales, pero ordenaba que se les indemnizara. El tribunal además se negaba a paralizar las obras.Lo que exigen los afectados es ese pago antes de comenzar las labores de urbanización de las fincas.



Agarrándose a este auto, la empresa Dragados apretó ayer el acelerador y no dudó en plantear una estrategia que obligó a los vecinos a moverse por las cuatro puntas de las Huertas. Cada vez que la pala empezaba a trabajar en un lugar, hasta allí se desplazaban los propietarios. Cuando llegaban, otra pala comenzaba a operar en un punto distinto. Así se mantuvo la guerra hasta las siete de la tarde. Más de una veintena de policías nacionales y apenas una representación simbólica de los locales presenciaron la gresca.



Los concejales socialistas, José Ángel Martín Bethencourt y Marián Franquet, permanecieron durante todo el día en Las Huertas. Al principio de la mañana eran alrededor de veinte los vecinos que se enfrentaban a las palas. Por la tarde fueron más de un centenar.



Allí se mantuvieron también durante gran parte de la jornada los directivos de Desurcic llegados desde Madrid. Las órdenes de estos eran muy claras: Las palas tenían que entrar en todos los rincones de Las Huertas. En un momento dado uno de estos directivos le indicó a los policías nacionales: "¡Quiten a esa gente de mis parcelas!". En otro, retó a los efectivos policiales a que lo arrestaran sino tenía la razón.



Barranco. Los vecinos pidieron en multitud de ocasiones que se detuvieran las obra y durante parte del día lo consigiueron. A las dos de la tarde permitieron que se reanudaran en una de las esquinas del barranco. Hasta allí llegó un grupo de vecinos que formó una barrera humana justo en el lindero de sus propiedades. Al final, ante el riesgo de que alguna piedra cayera sobre los manifestantes se tuvieron que detener las obras. La tregua no duró demasiado. Por la tarde la guerra se reactivó y además con fuerza. Los directivos seguían dando órdenes a través del móvil para que las entradas de las palas en los terrenos privados se hicieran en puntos dispersos con el fin de que los vecinos tuvieran que estar saltando de un lado para otro.



Los representantes de Mapfre-Desurcic aseguraban que tenían plenos derechos sobre los 40.000 metros cuadrados en litigio. Negaban que existiera ninguna sentencia firme que ponga en cuestión el proyecto de reparcelación y creían que el último auto del TSJC les daba poderes plenos para urbanizar este enclave. Aportaron como licencia unos documentos en los que se podía leer los requisitos que imponía Urbanismo para poder realizar las obras y que data de 2004. Por ejemplo, la Estación Depuradora de Aguas Residuales, que allí se contenía, no se ha podido ejecutar precisamente por que el Cabildo no ha visto clara la titularidad de los terrenos.



Los representantes de Mapfre aseguran que ya han depositado una cantidad sin especificar en el Ayuntamiento para pagar a los vecinos. Lo cierto es que estos fondos apenas suponen el pago de 3 euros por metro cuadrado frente a los 900 por los que fueron vendidos en el año 2006 de ILT a Mapfre. En el último auto del TSJC se impone que la indemnización será fijada por los propietarios reconocidos, no de forma unilateral. A las tres de la tarde las palas de la empresa entraron en la finca de Antonio Martín, donde se sitúa el conocido como chalé del francés. Su propietario ha visto como los tribunales han ratificado la propiedad de su vivienda y finca. Las palas derribaron un muro y varios árboles que había en el lugar.



A continuación se desplazaron a la zona intermedia de Las Huertas. Allí una fila de vecinos formó una barrera humana para impedir que entraran en sus solares. Un manifestante que llegó al lugar para solidarizarse con la gente de Las Huertas se plantó frente a la pala, ante el gesto desesperado de su conductor. "Esto es un robo y pienso morir matando" -gritaba-.



El abogado de la mayor parte de estos vecinos, José de La Rosa, consiguió finalmente paralizar las obras. Aunque se aseguraba que había presentado una denuncia en el juzgado no ocurrió así. La empresa podía entrar en una parte del jardín del chalet del francés. Por ello, si se hubiese interpuesto una denuncia, Mapfre les hubiese requerido una cantidad importante de dinero.



Alrededor de las siete de la tarde apareció en el lugar la concejal de Urbanismo, Luz Reverón. Asegura que durante todo el día estuvo hablando con las dos partes enfrentadas y que desde el primer momento pidió la paralización de las obras. La empresa se negó en redondo.



A las siete y media el portavoz de los vecinos, Guillermo Acuña, el representantes de ILT y de Desurcic, Pedro González y la propia concejal se reunían en Las Huertas para intentar llegar a un acuerdo. Eso sí, Reverón pidió en varias ocasiones que no estuvieran presentes los abogados. Martín Bethencourt, sentenció que "otra vez los vecinos están solos haciendo frente a las palas". En un principio Mapfre esgrimió una sentencia de 2002 , que los vecinos desconocían. Finalmente, la empresa se agarra a los autos del TSJC. Indicaban que no han incumplido el acuerdo de compraventa en el que se estipulaba que en este lugar no había viviendas, ni campos de cultivos. Y ello es así porque en el Registro de la Propiedad no aparece reflejada construcción alguna pese a que en la zona hay tres casas levantadas.



"No existe licencia" -sentenciaba Martín. El grupo socialista junto con el de Ciudadanos ha presentado una pregunta por la vía de urgencia al próximo pleno.



"Aquí no se puede hacer ninguna obra hasta que se indemnice a los propietarios legítimos" -dijo el concejal socialista. Goya Hernández, familia de González-Sanfiel, recordaba al mediodía todo lo ocurrido y cómo una vez más, al igual que viene ocurriendo desde hace casi medio siglo, tienen que hacer frente a las palas para defender sus propiedades.



"Dicen que esto es de ellos y nosotros no tenemos nada. Por las buenas o las malas quieren hacer aquí lo que les da la gana" -dijo Hernández. Hasta ahora los trabajos se habían centrado en las parcelas cuya propiedad no ha sido discutida.



Acuña, se mantuvo todo el día en pie de guerra. "Nos hemos encontrado con que esta gente ha decidido hoy (por ayer) meter aquí las palas. Incluso en parcelas en las que en 2009 el Ayuntamiento reconoció en pleno que eran nuestras, que debían ser devueltas y que las obras tenían que pararse". Los documentos aportados por la empresa fueron rechazados por los vecinos.



Acuña sospecha que lo ocurrido ayer tiene que ver con los autos del TSJC y las declaraciones en las que acusaba al directivo de ILT, Pedro González, de poseer el cuarenta por ciento de la empresa Desurcic con lo cual se desmontaba el principio de tercero de buena fe. O lo que es lo mismo que Mapfre no tiene responsabilidad en los posibles vicios de los que hubiese adolecido la primera venta.



Por la mañana, las palas se habían centrado en el derribo de una vivienda situada junto al barranco de El Cercado, en Montaña Morera. El vecino que vive justo al lado, Rolf Konen, llamó a la policía porque los escombros habían caído directamente a su jardín.



Este vecino fue uno de los que en 2007 ganó la batalla contra ILT que obliga a devolver el proyecto de reparcelación al año 1989. En el Registro de la Propiedad ha desaparecido todo este grupo de viviendas y los terrenos aparecen a nombre de ILT. La concejal socialista, Marián Franquet, acusó al concejal de Seguridad Ciudadana, Hilario Rodríguez, de no haber dado la cara durante todo el día. Fueron efectivos de la policía nacional los que permanecieron destacados en Las Huertas toda la jornada.



Las competencias de este último cuerpo se limitan a evitar que se altere el orden público, pero no tienen la capacidad de paralizar unas obras. Lo cierto es que pese a los aparentes intentos de los empresarios por sacar de sus casillas a los vecinos, estos no perdieron nunca la compostura y se limitaban a plantarse pacíficamente frente a las palas.



Lo que ocurra en el día de hoy parece un enigma. No se sabe si la empresa mantendrá su posición de entrar por las buenas o las malas a trabajar en unos terrenos de cuya propiedad no tienen ni la mínima duda. En este caso los vecinos estarán más preparados y alertas que en el día de ayer. La imagen de este enfrentamiento brutal no se repetía desde hace ya dos años.



Fuente: La Opinión, 18-03-10



Los vecinos impiden el paso a las palas en el Valle de Las Huertas



Sorprendentemente la policía se lo piensa a la hora de dar la orden a la pala de parar cuando se pone a picar debajo de los pies de los vecinos. Increíble pero cierto.





















La policía intenta explicarle que como mate a alguien no les va a quedar más remedio que ponerle las esposas

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